El Santiago colonial ve alterada su siesta provinciana por la llegada del temido Comisionado de la Santa Inquisición. Corre el año 1640 y la calma de las principales familias se ve perturbada por las acusaciones de liviandad sexual que recae sobre seis distinguidas damas de la alta sociedad.
En el Chile recién nacido a la vida independiente, envuelto en las turbulencias de las pasiones políticas, la figura de Bernardo Monteagudo, secretario privado del Libertador José de san Martín, se convierte en una sombra siniestra para los hermanos Carrera y para el legendario Manuel Rodríguez.
Un glorioso general de la República es la mano ejecutora de la matanza de la Escuela Santa María en Iquique y sus últimos días van a estar oscurecidos poe la venganza.
La vida de los moradores de un tradicional fundo de Chicureo se interrumpe violentamente en manos del bandolerismo rural de los tiempos del Ñato Eloy.
Un connotado obispo chileno tiene un oscuro pasado como prefecto de Investigaciones en la época de la presidencia de Ibáñez.
Uno de los implicados en los asesinatos de Letelier y Prats, acogido en Estados Unidos a la ley de protección de testigos, carga sobre sus hombros el abandono y la traición de sus pares y sobrevive sin raíces fuera de Chile.
Estos son los temas que la autora, con pluma serena e implacable, nos da a conocer en estas Crónicas Vedadas; vedadas por la historia, ocultadas por los que tienen y han tenido el poder para que lo escondido apenas se vislumbre y nunca se aclare del todo.
Editorial Sudamericana (1999)
En el Chile recién nacido a la vida independiente, envuelto en las turbulencias de las pasiones políticas, la figura de Bernardo Monteagudo, secretario privado del Libertador José de san Martín, se convierte en una sombra siniestra para los hermanos Carrera y para el legendario Manuel Rodríguez.
Un glorioso general de la República es la mano ejecutora de la matanza de la Escuela Santa María en Iquique y sus últimos días van a estar oscurecidos poe la venganza.
La vida de los moradores de un tradicional fundo de Chicureo se interrumpe violentamente en manos del bandolerismo rural de los tiempos del Ñato Eloy.
Un connotado obispo chileno tiene un oscuro pasado como prefecto de Investigaciones en la época de la presidencia de Ibáñez.
Uno de los implicados en los asesinatos de Letelier y Prats, acogido en Estados Unidos a la ley de protección de testigos, carga sobre sus hombros el abandono y la traición de sus pares y sobrevive sin raíces fuera de Chile.
Estos son los temas que la autora, con pluma serena e implacable, nos da a conocer en estas Crónicas Vedadas; vedadas por la historia, ocultadas por los que tienen y han tenido el poder para que lo escondido apenas se vislumbre y nunca se aclare del todo.
Editorial Sudamericana (1999)
3 comentarios:
Conmovedora novela, que permite confirmar lo que a oidos de pocos, los que se atreven, es la verdadera historia de nuestra desamparada nación. Muchas gracias querida Mónica por tener la calma y el valor de presentar estos antecedentes. Cronicas vedadas me lo prestó mi padre y como todo libro prestado debe estar siendo leido por algún extraño, a estas alturas, pero seguirá cumpliendo con su objetivo, cautivar y quitar ese grueso velo que cubre a nuestra historia
Por favor hace muchos años busco eses libro. Me porían decir como conseguir una copia. Muchas gracias
Favor responder a nachovicent72@gmail.com
Gracias
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